Viernes, 12 de Marzo de 2010, Día M

Probablemente el concierto más esperado desde al año pasado: Metallica, se ha presentado en nuestras tierras el pasado viernes 12 de Marzo. Aún no figurando en el top de mis bandas favoritas, me he dado cuenta de que la relación de uno con una banda cambia después de verla en vivo. Como ocurrió con Megadeth en 2008

Pre-Metallica:

Después de la búsqueda de las entradas en Noviembre, el tiempo transcurrió con relativa tranquilidad… Hasta que de repente me dicen:

Hey, ¿cómo te preparas para el próximo viernes?
¿Qué? ¡Ah! Es 12, verdad…

Llega el día. Justamente es en la semana más brutal de todo el semestre en la universidad y ya todos sabemos lo que eso implica, pero ya está probada mi capacidad para sobrevivir en condiciones extremas de trasnocho echando código, cansancio, hambre y sed.

Madrugo y llego al sitio donde se supone que llegaría el tour. De haber sabido que nos llevaba un n00b y con lo tarde que llegó, pude haber recuperado horas de sueño. En fin.

Arrancamos, calentamos motores tripeando todo el camino hacia Caracas, y en un abrir y cerrar de ojos, llegamos. La cola kilométrica de camisas negras señala el lugar.

Lamentablemente, como siempre, es inevitable en la batalla hubo bajas en nuestras filas.

In-Metallica:

Misteriosamente, la cola avanza. No entiendo. Se supone que las puertas están cerradas. Cuando de repente vi, sin exagerar, a más de 50 personas distintas diciendo: «los paso de primero sin que hagan cola, 50 lucas». No era que lo susurraban, se acercaban a uno, no, nada de eso, prácticamente lo gritaban a los 4 vientos. Sospechoso. Preferí ser buen ciudadano y seguir haciendo mi cola.

Durante la cola, bebimos algo, y después entramos sin mayor inconveniente. Todo normal. Es una mejora en la organización, leve, pero notable. Y por otra parte, el área VIP estaba bien proporcionada respecto de los asistentes en ella. Pobres de los que fueron en «preferencial», que consistía en gradas detrás de general. Y eran más costosas, por lo menos hubiese aceptado que fuesen a los laterales, o diagonales. En general, estuvimos apretados pero ahí cabíamos.

Y llegan los teloneros: Dischord y Mastodon. Respecto a los primeros, excelente, cada día me sorprendo más del talento nacional que tenemos y no lo apoyamos qué basura de público somos. Y respecto a Mastodon, pues, suenan bien, pero no me pareció su estilo acorde con el de Metallica y Dischord. O para decirlo de forma clara y sencilla: muy pangola.

Luego de una prueba de sonido casi eterna, se apagan las luces. Y la demencia comienza con Metallica abriendo con Creeping Death.

De resto, mis palabras estarán de más:

Pronto: fotos. Aún en proceso de compresión de las imágenes

James conversó mucho con el público, entre canción y canción, por supuesto, en su idioma natal, aunque de vez en cuando decía una palabra o 2 en español. Claro, a todo, aunque mucha gente no entendía inglés, la respuesta era «YEAAAAHH!! \m/» así nos estuviera mentando la madre

-Were you here the last time?
-YEAAAHH!
-No… You’re too young

-House lights, please, so we can see the Metallica family, la famila de Metallica

-Should we take you on tour? To show the other crowds how to do it

-Caracas kicks ass!!

Esperemos que no tengan que pasar otros 11 años para que vuelvan. Ahora tanto Bruce como James están en deuda con nosotros. Ahora es posible que exista otra posibilidad. Espero la aproveches la próxima vez 😉

Post-Metallica:

El camino para salir era kilométricamente más largo que el de llegada, por cosas de que no sólo el tiempo es relativo, sino el espacio. Digitel estaba suspendido, así que muchos estuvieron fatalmente incomunicados, por lo menos de parte del equipo que la mayoría tenemos Digitel. Moraleja, hay que tener 3 teléfonos

He llegado a la conclusión de que ir a un concierto grande es un acto sadomasoquista. Es madrugar, pasar roncha, llevar sol, posiblemente empujones y golpes, y para matar la sed, las bebidas tienen sobreprecios brutales. Más o menos como ir a la playa en temporada alta. Aún así, extrañamente, uno regresa a casa con aquella inexplicable satisfacción. Son cosas que nos hacen sentirnos vivos, quizás.

Un pensamiento en “Viernes, 12 de Marzo de 2010, Día M

  1. Ehm…
    si, ir a un concierto como esos, es practicamente un acto suicida, pero el que toca y como hace las canciones, quitan todo el dolor y la roncha, aunque sea por un ratico…
    te lo dice uno que cuando vino megadeth y testament, se fue en viajes ida por vuelta, agarro el mega chaparron de agua completo y llego a las 3 de la mañana humedo por el aguacero y pasado por aire acondicionado, mas o menos igual con Cannibal corpse…
    igual esos momentos no tienen precio, digamos que por esas vainas la vida vale la pena…
    saludos rata muy bueno…

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